La enseñanza que he recibido en la Escuela de Crecimiento Espiritual y Sanación Interior (Wheeler I) ha traído a mi vida una transformación continua y un conocimiento de mi interior, enfrentándome a mis debilidades y dones y aceptándome tal como soy, sanando mis heridas.

Este crecimiento me ha traído un estado de paz y seguridad, porque en el he conocido más a Jesús y me he enamorado más de Él.

Él es mi luz en la oscuridad, mi roca en mi debilidad, la fortaleza en mi inseguridad, mi fuerza, la puerta de entrada a una forma de vivir distinta.

Ahora sé que sin Él no puedo seguir, su espíritu me nutre, me da el valor y la dignidad de ser una hija amada de Dios, al igual que a mis semejantes, en quienes trato de ver su rostro.

Ahora todo lo acepto con amor, aún en las dificultades, porque sé que todo viene de Él nunca me llevará a donde su misericordia no me alcance.

C.O. Casa de Nazaret, Torreón, México